Las redes sociales han transformado la forma en que las personas comparten experiencias, opiniones e información. Si bien estos beneficios son ampliamente reconocidos, el creciente uso de las redes sociales también ha generado preocupación sobre su impacto en la salud mental. Las investigaciones sugieren que existe una relación compleja entre el uso de las redes sociales y los trastornos de salud mental. Aunque mucho se ha hablado sobre los efectos de las redes sociales en la salud mental, es importante seguir discutiendo los riesgos asociados a su uso.
Después de la pandemia de coronavirus, hubo un aumento en el crecimiento de las plataformas de redes sociales, especialmente TikTok. El aislamiento golpeó duramente, por lo que no sorprende que varios adolescentes y adultos jóvenes comenzaran a usar la aplicación para conectarse, aprender sobre trastornos de salud mental y autodiagnosticarse. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que los jóvenes que descubren algo sobre sí mismos en los síntomas que ven en línea pueden estar menos preocupados por diagnosticar los trastornos. Parecen estar más centrados en encontrar formas de comunicar algunos de los desafíos que ellos enfrentan.
Si bien las plataformas de redes sociales, como Facebook, Instagram, X y TikTok pueden servir como recursos valiosos para obtener información sobre salud mental y grupos de apoyo, fomentando un sentido de pertenencia y reduciendo el estigma asociado con los trastornos psiquiátricos, también pueden ser la fuente de diferentes trastornos anormales. Además, la adicción a las redes sociales en sí misma se está convirtiendo en un trastorno del comportamiento. Las personas adictas a las redes sociales pueden presentar síntomas similares a los trastornos por uso de sustancias, incluida la modificación del estado de ánimo, la tolerancia y la abstinencia. Esta adicción puede interferir con el funcionamiento diario y exacerbar otros problemas de salud mental.
Por ejemplo, recientemente, investigadores médicos han explorado un fenómeno en el que las personas presentan síntomas adquiridos al ver contenido relacionado con enfermedades publicadas en línea. Más comúnmente, el Trastorno de Identidad Disociativo (TID) y el síndrome de Tourette. El número de personas que afirman tener problemas mentales en Internet ha aumentado drásticamente en los últimos años. La gente parece anhelar atención, conexión o apoyo a través de ‘me gusta’, ‘compartir’ y comentarios.
Las personas se unen a comunidades en línea para compartir afecciones médicas, muchas veces exagerando problemas legítimos de salud pero menores. Una vez que obtienen la atención y la simpatía que anhelan, se pierden, añadiendo novedad a su trama de crisis médicas. La atención y la validación que pueden surgir al compartir públicamente las propias experiencias también pueden atraer a personas que no padecen genuinamente trastornos de salud mental, pero que buscan capitalizar la visibilidad y el apoyo asociados con dichos trastornos.
Una forma de sacar provecho de los trastornos mentales es la monetización. Las personas que fingen o exageran sus problemas mentales les han permitido ganar suficientes seguidores e interacción para ganarse la vida compartiendo estos problemas mentales. Las investigaciones muestran que la gente está fascinada con el trauma y el dolor. El dolor y el trauma generan simpatía, y en línea, esto puede traducirse en una buena cantidad de ‘me gusta’, una gran participación y monetización de las plataformas sociales.
Esta tendencia de resaltar los trastornos de salud mental en línea los ha romantizado. Los medios de comunicación a menudo describen los problemas de salud mental de una manera que está lejos de la realidad. Las películas, los programas de televisión y la literatura retratan la enfermedad mental como un rasgo atractivo, lo que sugiere que quienes padecen afecciones como depresión o ansiedad son de alguna manera más profundos o creativos. Por ejemplo, a menudo se muestra que los personajes con problemas de salud mental tienen una habilidad artística extraordinaria o conocimientos filosóficos profundos que los diferencian de los demás. Esta descripción puede llevar a la creencia de que la enfermedad mental es un camino hacia la brillantez o que inherentemente dota a las personas de cualidades excepcionales.
En realidad, los trastornos de salud mental son debilitantes y pueden afectar gravemente la capacidad de una persona para funcionar diariamente. Romantizar estas condiciones puede oscurecer las duras realidades que enfrentan quienes las padecen. Las plataformas de redes sociales juegan un papel importante en este fenómeno. Los influencers y usuarios tienden a compartir imágenes o citas estéticamente agradables sobre sus problemas de salud mental. Como se dijo anteriormente, compartir experiencias puede ser terapéutico y fomentar la comunidad. Sin embargo, también puede crear una cultura en la que los problemas de salud mental se consideren tendencias y no afecciones médicas graves.
Reconocer esta tendencia es importante para identificar a las personas que realmente luchan contra los trastornos de salud mental y a quienes los fingen para obtener opiniones, atención o dinero. Debemos ser conscientes de que algunas personas han llegado tan lejos al tratar de convencer a otras personas de que están enfermas que han comenzado a administrarse medicamentos innecesarios para recibir atención o a seguir consejos médicos de personas aleatorias en línea que arriesgan sus propias vidas. Necesitamos una mayor conciencia sobre las consecuencias que conlleva fingir trastornos y lo poco ético que es. Necesitamos comenzar a abordar esta tendencia de exagerar o romantizar los trastornos mentales para difundir información precisa, brindar apoyo y contrarrestar la difusión de información errónea sobre los trastornos de salud mental, en línea.
Referencias
- Bahorsky, R. (2022, November – December). CALLING DR. TIKTOK: EXPERTS WEIGH IN ON AN ALARMING SOCIAL-MEDIA TREND. UVA Arts & Sciences. https://give.as.virginia.edu/news/story/calling-dr-tiktok-experts-weigh-alarming-social-media-trend
- Cunningham, J. M., & Feldman, M. D. (2011). Munchausen by Internet: current perspectives and three new cases. Psychosomatics, 52(2), 185-189.
- Springer-Norris, N. (2024, January 27). Some Social Media Users Make Money Sharing Their Trauma Online. But What Are the Dangers of Trauma Monetization? Success. https://www.success.com/trauma-monetization/